Human Building supone la actitud frente a la arquitectura, el urbanismo y el diseño que implica que, como profesionales somos, ante todo, personas que construimos espacios para y con las personas.
Esta actitud promueve la empatía y el disfrute de las personas implicadas en los procesos. Con ello las personas:
- se conectan entre sí, se refuerzan las decisiones participativas: la confianza en las negociaciones, los acuerdos y la coherencia ante los compromisos.
- se apropian de sus asentamientos, se implican en el mantenimiento y durabilidad, aumentado su ciclo de vida y reduciendo la huella ecológica de las intervenciones a largo plazo.
Se trata de encontrar un equilibrio entre las necesidades las personas, de todas, y los límites del planeta.